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La Fundación Pere Tarrés gestionará cuatro escuelas infantiles en el Bages

La Fundación Pere Tarrés gestionará cuatro escuelas infantiles en el Bages

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05.11.20

Las escuelas L’Estel, La Lluna i el Petit Príncep de Manresa y la escuela Els Gallarets de Santpedor fueron adjudicadas en concurso público a la Fundación Pere Tarrés este pasado verano. Las escuelas infantiles, que cuentan con más de 200 alumnos en total y hasta ahora habían sido gestionadas por otras entidades, han iniciado este curso 2020/21 bajo la dirección de la Fundación.

La voluntad de la Fundación es sumar y acompañar unos equipos educativos muy consolidados, puesto que las tres escuelas manresanas fueron creadas en 2002, mientras que la de Santpedor nació en 2005. En palabras de Trinitat Ortega, cjefa de la delegación de la Fundación Pere Tarrés en la Cataluña Central: “Nuestra voluntad es aportar todo aquello que ayude a los equipos a mejorar cualquier ámbito operativo o metodológico de las escuelas. Por ejemplo, uno de los primeros aspectos propuestos es una plataforma TIC diseñada para mejorar la tarea pedagógica del centro, simplificando y agilizando todas sus áreas de gestión. Esta herramienta permite una comunicación diaria, abierta y recíproca con las familias a través de una app de fácil manejo, con lo cual conseguimos un modelo de comunicación funcional y sostenible”.

Además, Ortega también destaca el hecho que las escuelas cuna se puedan gestionar desde la proximidad. Desde hace dos años, la Fundación cuenta con una delegación y una estructura de coordinación a Manresa, a través de la cual se puede dar una mayor atención y hacer un seguimiento más cuidadoso y constando del desarrollo de los proyectos que se gestionan en la Cataluña Central.

El arranque de estas escuelas infantiles bajo la gestión de la Fundación Pere Tarrés se produce en un panorama inédito. La situación actual de pandemia ha modificado el trabajo de gestión de los centros educativos y ha sido necesario tomar nuevas medidas de seguridad, tanto para los niños como para el profesorado. Este panorama ha supuesto cambios sustanciales en la manera de trabajar en las escuelas, como la presencia restringida de las familias, las entradas y salidas escalonadas o los grupos estancos para evitar el contacto con el resto. Además, las familias se responsabilizan del estado de sus hijos y los educadores toman la temperatura de los niños a diario para garantizar que se sigue el protocolo recomendado. “Ahora bien, en todo momento los equipos velan para mantener la calidad educativa y humana que exige el proyecto”, asegura la jefa de la delegación de la Fundación en la Cataluña Central.

Además, desde la Fundación Pere Tarrés “hemos prestado especial atención al formar los equipos sobre qué es la Covid-19, su sintomatología, su transmisión y que hacer en caso de encontrarse ante un caso sospechoso”, afirma Trinitat Ortega. Aun así, cada escuela cuenta con su plan de actuación, que cuenta con una serie de medidas preventivas que se irán revisando en función de la evolución de la pandemia.

En cuanto al futuro, pleno de incertidumbres en medio de este escenario, la Fundación Pere Tarrés ve la pandemia como una oportunidad. “Estos meses de pandemia han servido para que los equipos reflexionen alrededor de sus metodologías y prácticas de trabajo: cómo plantear la adaptación, la comunicación con las familias, la organización de los espacios y de los grupos, orientándose en la busca de un equilibrio entre la salud, la seguridad y la pedagogía”.