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28.10.16

Las entidades impulsoras del proyecto Colonias y educación , ACELLEC, ACCAC y La Confederación, de la que forma parte la Fundación Pere Tarrés, siguen trabajando por el reconocimiento de las colonias escolares como actividad pedagógica imprescindible en el sistema educativo del país.

Las tres entidades impulsoras del proyecto “Colònies i educació”  se han dirigido a todos los centros educativos de Cataluña de enseñanza infantil, primaria y secundaria para animarles a programar colonias escolares ofreciéndoles colaboración y apoyo para adaptar los programas de actividades a sus prioridades y objetivos pedagógicos. Los presidentes de la Acellec, l’ACCAC y la Confederació han firmado conjuntamente una carta en la que se destacan los valores educativos de las colonias escolares y se ofrecen para compartir sus recursos y herramientas convertir las estancias en casas de colonias en una experiencia única para los estudiantes.

La función educativa de las colonias escolares
Los proyectos educativos de los centros escolares contemplan la realización de salidas y colonias que, aparte de la función educativa específica, ofrecen la oportunidad de que todos los niños y jóvenes disfruten del derecho al ocio. Esta tradición de más de 120 años se ha convertido en una herramienta clave el sistema educativo catalán para trabajar aspectos formativos como la convivencia o la relación con la naturaleza. Las colonias, convivencias, campamentos y salidas escolares son una motivación para niños y jóvenes, por el valor que tienen, por el hecho educativo intrínseco que conllevan, por la tradición, el esfuerzo, la novedad, la experiencia vivida y muchos otros aspectos que hacen de las colonias y de las actividades de ocio una oportunidad única afirma Pere Vives, jefe de colonias y Educación Ambiental de la Fundación Pere Tarrés.

Durante el año 2015 un total de 13.770 niños/as de 221 escuelas participaron en las propuestas de colonias escolares de la Fundación Pere Tarrés que se realizaron en los 9 centros de educación ambiental y cooperación, situados en lugares naturales donde disfrutaron y aprendieron del entorno. Los niños y adolescentes se convertieron en protagonistas de mil aventuras acompañados siempre por equipos de educadores y monitores preparados para desarrollar los diferentes programas.