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La conferencia de la Fundación Pere Tarrés en Tarragona propone reforzar los lazos sociales y el acompañamiento a los niños y jóvenes para prevenir adicciones al móvil

La conferencia de la Fundación Pere Tarrés en Tarragona propone reforzar los lazos sociales y el acompañamiento a los niños y jóvenes para prevenir adicciones al móvil

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20.03.24

Acompañar a los niños y adolescentes, educar su espíritu crítico, establecer normas claras de uso y generar espacios y experiencias libres de pantallas. Éstas son algunas de las recomendaciones que ayer lanzó Cristina Delgado, coordinadora de programas de prevención de la entidad Proyecto Hombre, para prevenir una mala utilización de los teléfonos móviles y del entorno digital. Lo hizo en el marco de la conferencia educativa anual que la Fundación Pere Tarrés organiza en Tarragona, que en esta ocasión trató la cuestión de las adicciones a los móviles y pantallas entre los más jóvenes de la casa.

Delgado arrancó su intervención hablando de los mecanismos neurobiológicos que se desencadenan con el uso de las pantallas y equiparándolos con los que se activan en el caso del consumo de sustancias como las drogas o el alcohol. Citó la encuesta Estudes 2023 para afirmar que se calcula que en 2023 el 20% de los estudiantes de secundaria tuvieron un uso compulsivo de Internet, la mayoría de los cuales eran mujeres. "Son datos que me asustan. Hay que cuestionarse qué está pasando", afirmó Delgado, que hizo un llamamiento a no dejar de acompañar a los niños y jóvenes: "Debemos saber qué están haciendo. Los adultos tenemos que jugar a videojuegos, debemos saber qué series miran, con quienes hablan, cuáles son sus intereses. Ponernos los zapatos de adolescente", con el objetivo de detectar cuándo se da un abuso o un mal uso.

Los móviles y las tecnologías de la comunicación generan felicidad y bienestar a los adolescentes porque cumplen algunas de sus necesidades primordiales, como la necesidad de hacerse visibles, de conectarse con iguales, de entretenerse con mundos de fantasía. El problema es cuando se genera una adicción. Una circunstancia que es aún más difícil de detectar que el consumo de sustancias, porque en el caso del abuso de pantallas existe un gran desconocimiento y también una negación social muy grande, de ahí que Delgado la definiera como una “epidemia silenciosa”.

¿Pero qué entendemos exactamente por un mal uso de las tecnologías? “Para valorarlo, debemos tener en cuenta no tanto las horas que pasan conectados a la pantalla sino las cosas que dejan de hacer para estar conectados”, aclaró: “El problema es cuando sin darnos cuenta estamos sacando tiempo del disfrute personal, estamos dejando de mirarnos a los ojos, estamos olvidando la comunicación no verbal o la movilidad, y nos está ganando el tiempo virtual”.

Hay señales de alarma claras: cuando el juego o el consumo de pantallas pasa de ser un entretenimiento a una necesidad, cuando existe un aislamiento del entorno familiar y social y se generan cambios en el estado de ánimo o bajadas en el rendimiento académico, cuando se llega al extremo de abandonar aficiones, de privarse del sueño o de decir mentiras para poder conectarse.

Ante esto, las recetas que se pusieron sobre la mesa pasan por educar en el uso responsable y por reforzar el acompañamiento y los lazos emocionales con los niños, niñas y jóvenes desde los principales agentes educativos, como la escuela, los espacios de ocio o la familia. También ser capaces de generar espacios analógicos, desconectados, que sirvan como alternativa: “Los espacios de ocio educativo tienen un papel muy importante, deben ser capaces de proponer actividades suficientemente motivadoras sin pantallas para que los adolescentes y jóvenes se enganchen. Debemos ser creativos e ir probando”, ejemplificó Delgado. Y cuando no se puedan plantear estos espacios, es esencial que los adultos encuentren formas de participar del ocio de los niños y jóvenes, incluso si es en los mismos dispositivos digitales. También es básico promover aprendizajes colaborativos, crear debate, trabajar el pensamiento crítico y ayudarles a generar discursos que les permitan defender sus valores.

En la conferencia de la Fundación Pere Tarrés en Tarragona también participaron el miembro del Consejo de Dirección de la Fundación Pere Tarrés Albert Riu y la directora de la delegación de la Fundación Pere Tarrés en Tarragona, Montse Vall. La jornada y el coloquio posterior corrieron a cargo del subdirector del Diari de Tarragona, Álex Saldaña.

La Fundación Pere Tarrés desarrolla desde hace 20 años proyectos educativos y sociales en las comarcas de Tarragona de los que se benefician anualmente más de 5.000 personas.