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Las delegaciones territoriales de la Fundación Pere Tarrés realizaran actividades de verano para unos 7.500 niños y niñas

Las delegaciones territoriales de la Fundación Pere Tarrés realizaran actividades de verano para unos 7.500 niños y niñas

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05.07.22

Las delegaciones de la Fundación Pere Tarrés en la demarcación de Tarragona, Cataluña Central y las Islas Baleares prevén organizar este verano numerosas actividades de ocio educativo, de las cuales disfrutarán alrededor de 7.500 niños, adolescentes y jóvenes, una cifra muy similar a la del 2019, el verano antes de que se iniciara la pandemia.

A nivel global, la Fundación Pere Tarrés espera que en el conjunto de sus actividades de verano en Cataluña y las Islas Baleares participarán más de 35.000 personas, una cifra también similar a la de años anteriores a la pandemia. Sin embargo, este dato todavía podría incrementarse porque las inscripciones siguen abiertas.

En el caso de la demarcación de Tarragona y la Catalunya Central, el grueso de las actividades empezaron el pasado lunes 27 de junio con el inicio de los casales, mientras que en Mallorca éstos se iniciaron el 1 de julio.

Después de dos años de restricciones de movilidad, este año el tema central de los casales de la Fundación Pere Tarrés será un viaje por los cinco continentes de la mano de Alex, un joven explorador que recorre el mundo en busca de objetos que sus padres, también exploradores, escondieron en distintos países. De este modo, a través de diversas actividades lúdicas, los niños y niñas se adentrarán en lugares y culturas lejanas.

Demarcación de Tarragona

En la demarcación de Tarragona se prevé que más de 3.700 niños, niñas, adolescentes y jóvenes participen de las diversas propuestas de ocio educativo que promueve la Fundació Pere Tarrés.

Aparte de la veintena de casales que abrirán a lo largo del verano en las comarcas de Tarragona, estos meses también tendrán lugar en la casa Artur Martorell de Calafell colonias relacionadas con actividades de deportes de agua y para mejorar las competencias lingüísticas, en que participarán más de 1.500 niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Además, la casa de colonias de Els Josepets, en las Casas de Alcanar, acogerá a alrededor de 200 niños y niñas a lo largo del verano.

La Cataluña Central

En el caso de la Cataluña Central se estima que unos 3.000 niños y niñas gozarán de las actividades de ocio educativo. En concreto, en este territorio, la Fundació Pere Tarrés organiza cinco casales. El más numeroso es el casal municipal de Sallent (Bages) que, de junio a septiembre, cuenta con más de 500 inscripciones de niños y niñas de entre 6 y 12 años. En esta localidad, la entidad también organiza el casal de la guardería L'Esquitx y el de Cabrianes. No son los únicos que la entidad lleva a cabo en el Bages donde también realiza el de la guardería Els Barrufets de San Juan de Vilatorrada, así como un casal de verano social en un centro abierto de Manresa, donde una veintena de niños en situación de vulnerabilidad social podrán disfrutar de estas actividades becadas del 16 al 26 de agosto.

Más allá de los casales de verano, los albergues y casas de colonias que la Fundación Pere Tarrés tiene en las comarcas de la Cataluña Central acogerán a alrededor de 400 niños, niñas adolescentes y jóvenes a lo largo de todo el verano. Así pues, las casas de colonias de La Ruca (Bages), Santa Maria del Roure (Osona) y el albergue La Sala (Berguedà) serán la sede de varias colonias temáticas como las de magias y hechizos, inspiradas en las novelas y películas de Harry Potter, de deportes, de descubrimiento del entorno natural o de competencias lingüísticas, entre otros.

Mallorca

En cuanto a la delegación de Mallorca se prevé que unos 700 niños, niñas, adolescentes y jóvenes participen en una actividad de verano, ya sea en una de las cuatro casales que organiza en Palma, tres de ellos becados, o en la casa de colonias de Binicanella (Bunyola).

En las colonias que organiza en Mallorca, la Fundación Pere Tarrés propone una experiencia de turismo sostenible muy distinta a la de los viajes de fin de curso. Así pues, a través de actividades lúdicas y deportivas, los niños, niñas, adolescentes y jóvenes descubrirán el entorno, la cultura y las tradiciones de la Isla.

El ocio educativo, más importante que nunca

Este año las actividades de ocio educativo recuperarán el formato de antes de la pandemia, después de que se hayan suprimido la mayoría de las restricciones de movilidad e interacción social que se implementaron para evitar la propagación de la cóvid-19.

“Prevemos que este año sea el del regreso a la normalidad, a la vez que también somos conscientes de la importancia que tendrán los casales de verano y las colonias para muchos niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Después de dos años de restricciones, las actividades de ocio educativo serán el espacio donde los niños y niñas puedan convivir y compartir con otras personas que no son de su entorno habitual”, explica Trinitat Ortega, directora de la Fundación Pere Tarrés en la delegación de la Cataluña Central.

Sin embargo, la pandemia ha desatado una crisis social y económica sin precedentes. De hecho, según un reciente estudio de la Fundación Pere Tarrés, el 73% de las familias que becó el pasado verano en Cataluña y las Islas Baleares aseguraban que su situación socioeconómica había empeorado en 2021. Además, este año se preveía que fuese el de la recuperación económica, pero el conflicto de Ucrania ha comportado otra crisis que se ha traducido en el incremento de la inflación y de los precios de los productos de primera necesidad. También ha supuesto una crisis humanitaria, ya que miles de ucranianos, entre ellos muchos niños, niñas y jóvenes, han huido del país.

Por eso, el ocio educativo volverá a ser más imprescindible que nunca para atender a muchos niños, niñas, adolescentes y jóvenes que arrastran las consecuencias sociales, económicas y psicológicas de la pandemia, a las que ahora se añaden las provocadas por la crisis desatada por el conflicto de 'Ucrania.

Según Montse Vall, delegada de la Fundación Pere Tarrés en la demarcación de Tarragona, "este verano, el tiempo libre debe convertirse en un espacio reparador, una zona de confort, de diversión, de contacto con el aire libre". Ahora bien, para que esto sea factible, remarca, es imprescindible que se reconozca los beneficios que comportan estas actividades para niños, niñas, adolescentes y jóvenes. “Es necesario que la sociedad en pleno asuma como prioridad la importancia del ocio educativo y trabaje para que ninguna niña o niño quede excluido”.

Más allá de ser un espacio de reparación emocional, las actividades de tiempo libre son aún más imprescindibles para los niños, adolescentes y jóvenes de familias en situación de vulnerabilidad, ya que éstas les permiten olvidarse de las dificultades cotidianas. Además, en el caso de los recién llegados que huyen de un conflicto, a través del ocio podrán disipar los recuerdos traumáticos a la misma vez que estas actividades son una puerta de entrada a la sociedad de acogida.

Por eso, uno de los principales retos de la Fundación Pere Tarrés es becar a niños, adolescentes y jóvenes de familias en situación de vulnerabilidad para que puedan tener la oportunidad de disfrutar de una actividad de ocio educativo. Además, este año también ha abierto una línea específica para refugiados.

En este sentido, se prevé que las delegaciones bequen, como mínimo, 1.200 niños y niñas, una cifra que podría aumentar porque hasta finales de julio se seguirán recibiendo solicitudes de ayudas para participar en casales o colonias durante el mes de agosto. Al detalle, en la demarcación de Tarragona, de momento, la Fundación Pere Tarrés estima que más de 800 niños y niñas se beneficiarán de alguna ayuda; en la Cataluña Central, 150; y en Mallorca, 200.

En el caso de Mallorca, se organizan tres casales de verano becados en julio en Palma, en los que participan 50 niños y niñas en cada uno de ellos. Ahora bien, la delegada de la Fundación Pere Tarrés en las Islas Baleares, Maribel Trujillo, reclama que las administraciones se involucren para ampliar estas actividades en agosto. “Este año, en las Islas Baleares hay una ocupación récord de turistas y muchas familias en situación de vulnerabilidad que se dedican a la hostelería, por lo que no tienen dónde o con quién dejar a los niños y niñas mientras trabajan. Hasta ahora tenemos más actividades en julio, pero sería imprescindible disponer de más dinero para ampliar el ocio educativo en agosto y dar una oportunidad a estos niños y niñas”, resalta Trujillo.

A nivel global, la Fundación Pere Tarrés prevé llegar a las 6.000 becas, un 10% más de las otorgadas en 2021. El pasado verano, la entidad alcanzó la cifra récord 5.249 subvenciones, el mayor número de la historia de la entidad.