FAMILIAS

BLOG DE LA FUNDACIÓN PERE TARRÉS

Hagamos que los cumpleaños de nuestros hijos e hijas sean más educativos

Hagamos que los cumpleaños de nuestros hijos e hijas sean más educativos

Bet Bartrina Comalat
Docente de cursos de tiempo libre educativo
Ver todos los artículos | Ficha de experta

22.03.19

Tradicionalmente la celebración de los cumpleaños se vehiculaba a través de elementos como:

  • Un pastel con un velas para soplar.
  • Un espacio de encuentro en el que participaba la familia más cercana.
    Un buen tirón de orejas.
  • La evolución de la sociedad y de los diferentes modelos de familias también nos ha llevado a buscar nuevas formas de celebrar los cumpleaños.

En algunos casos, sin embargo, parece que una celebración tradicional se haya convertido en una competición por ser el mejor. Qué podemos observar a partir de una conversación en la puerta de la escuela?

Las primeras fiestas de cumpleaños de los niños pueden ser fiestas en el parque o incluso hay escuelas que ceden los patios para agrupar más de un cumpleaños y hacer una fiesta conjunta. De esta manera el gasto queda repartida y se invitan más niños. Otras familias optan por alquilar un local y comprar el paquete del pastel, la merienda, la animación y las piscinas de pelotas. Son espacios donde los niños saltan, corren y no hay ninguna actividad dirigida ni intención educativa.

Cuando los niños son un poco más grandes este tipo de fiesta se les queda pequeña y entre los 6 y los 9 años podemos encontrar fiestas como las de pijamas, las tardes en un salón de belleza, en la pista de patinaje, haciendo escalada oa la bolera y los días de paint-ball o el parque de atracciones, entre otros.

Para poder mantener el ritmo, no repetir nada de lo que se haya hecho y pensar algo que los haga más grandes cuando los niños tienen entre 10 y 12 años hay que subir el nivel de la fiesta y entonces marchan una fin de semana de camping o hacen calçotadas ...

A partir del 12 años no debe costar demasiado imaginarse cómo serán las fiestas si seguimos con este ritmo !!

La sinergia de las personas invita a participar -porque lo hace todos- aunque no lo acabamos de ver claro del todo. Pero, realmente, ¿qué hay detrás de una Fiesta de Cumpleaños? ¿Cuántas veces hay que celebrar el aniversario? ¿Cuáles son los valores que queremos transmitir, qué mensaje enviamos a los niños y cómo, finalmente, lo reciben ellos?

A continuación tenemos una serie de preguntas abiertas que nos pueden ayudar a reflexionar sobre este hecho tan generalizado y ver si, realmente, estamos transmitiendo los valores que son importantes para nosotros:

1. Si hablo de inclusión y la defiendo, por qué le pido a mi hijo que seleccione varios compañeros de su entorno social y excluya otros a la hora de invitar?

2. Si pienso firmemente que los niños tienen que conocer las propias emociones y sentimientos y tienen que aprender a gestionarlas, me paro a pensar cómo se sienten los niños que no pueden hacer su fiesta por falta de recursos o como se sienten los niños a los que no invitan nunca a una fiesta?

3. Si celebrar el aniversario es un buen momento para transmitir valores, por qué compito e intento hacer la fiesta más grande y más espectacular?

4. Si tengo una clara intencionalidad educativa y sé que tenerlo todo no hace la felicidad, por qué contribuyo en hacer montañas de regalos aunque los niños no lo necesiten?

5. Si en casa les digo a mis hijos que la comida tiene un valor inmensurable, por qué en las Fiestas de cumpleaños compro tan de comida y lo que sobra lo tiro? Es coherente lo que digo con lo que hago si no pongo freno?

6. Si ganar dinero y gastarlo con cosas que, realmente, son necesarias me representa un esfuerzo, por qué hago un gasto tan elevada sólo por un día, aunque sea especial?

7. Si quiero que mi hijo o mi hija haga actividades adecuadas a su edad, por qué contribuyo a quemar las etapas de crecimiento de los niños haciendo actividades como: fiestas de pijamas con 6-7 años, ir a la bolera con 8 -9, jugar a paint-ball con 11 o hacer una calçotada con 12?

8. Si defiendo que todos los niños -sin discriminar ningún género- deben disfrutar de diferentes tipos de actividad, es coherente que haga una fiesta de princesas para mi hija porque es una niña y alquile un campo de fútbol por mi hijo porque es un niño?

9. Si creo que tenemos que actuar a partir de lo que sentimos porque es más auténtico, por qué contribuyo en la cadena de favores en negativo de "yo te invito para que tú me invitas" o "tú me convidaràs si yo te invito?" ?

10. Si quiero transmitir a mis hijos lo importante que ser agradecido y dar valor a lo que nos regalan, por qué al final de la Fiesta del niño tiene tantos regalos que no sabe quién le ha regalado aquello y, por tanto, no le ha podido dar las gracias sinceras?

Cuando somos adultos seguimos celebrando el cumpleaños con un pastel y unas velas para soplar, compartimos un espacio con las personas más cercanas y, tal vez, alguien nos tira de las orejas.

El aniversario se puede celebrar de muchas maneras y cada familia elige la que cree mejor para sus niños. Si queremos transmitir valores, detengámonos un momento, pensamos como es la sociedad que queremos, y seamos modelo o referente con nuestras acciones.

Alguien puede detenerse y pensar: ¡Si sólo celebramos el cumpleaños una vez al año!!!

Pero si estiramos un poco más el hilo y multiplicamos el que pasa en una fiesta de cumpleaños para todos