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El papel de las empresas y entidades sociales en el trabajo en red de los Objetivos de Desarrollo Sostenible

El papel de las empresas y entidades sociales en el trabajo en red de los Objetivos de Desarrollo Sostenible

Marta Requeno
Consultora social y formadora
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02.05.19

Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, también conocidos como ODS, cada vez tienen una mayor presencia en nuestra sociedad, desde varios espacios se hacen eco y destacan su importancia, pero ¿qué son concretamente los ODS?

Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible son la aplicación práctica y universal de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, aprobada por la Asamblea de Naciones Unidas en el año 2015, para sustituir y actualizar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).

La Agenda 2030 se caracteriza por aportar una visión integral y multidimensional sobre el desarrollo social, económico y ambiental. Con ésta se anima a promover acciones diversas para hacer realidad su cumplimiento. Cada uno de los diecisiete objetivos aborda un reto de alcance mundial, desde la lucha contra la pobreza, la educación y la igualdad de género, la salud y las ciudades sostenibles al cambio climático. En total se definen 169 metas a trabajar. Los ODS implican a todos los países en la lucha contra los problemas globales, aparte de hacer una llamada a la acción, tanto a los agentes públicos como privados, a trabajar para la consecución de los objetivos desde su experiencia y ámbito de influencia.

Con este artículo se quiere hacer una reflexión sobre dos agentes que resultan clave en el trabajo e impulso para la consecución de los ODS, las empresas y las entidades sociales. Concretamente, se quiere explorar y hacer patente los posibles consensos, alianzas y colaboraciones que se pueden promover para el trabajo en red entre estos dos actores clave.

Los ODS en el mundo empresarial y su vinculación a su actividad.

En cuanto al ámbito empresarial, varias guías proponen acciones para implementar los ODS. El gran reto para las empresas es la integración de los Objetivos en su modelo de negocio y estrategia empresarial. Esta integración, de acuerdo con la entidad SDG Compass, pasa por comprender los ODS y analizar cómo los pueden aplicar dentro de su actividad. Además, es necesario que prioricen sobre qué trabajar. A partir de este ejercicio, las empresas deben definir un programa de acción con unas líneas claras de trabajo y el establecimiento de unos indicadores para medir su consecución y comunicar el compromiso con los ODS. Este plan se integrará con el programa de acción de la empresa con actividades que tengan un impacto real sobre la actividad y estrategia. Una buena comunicación de los logros y el trabajo sobre los ODS es otro aspecto clave.

En el informe "La contribución de las empresas españolas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible" del Observatorio de los ODS se plantea que la entrada de los Objetivos en las empresas es todavía una asignatura pendiente y que hay varios ritmos de implementación. Por un lado, con empresas que apenas se inician en el descubrimiento de los ODS y las posibles aplicaciones dentro de la actividad. Por la otra, con empresas que emplean los Objetivos de Desarrollo como una oportunidad para fomentar un proceso de reflexión estratégica y realizar cambios internos relevantes. Por último, también están las empresas que tienen instaurados en sus políticas internas enfoques a la sostenibilidad y los Objetivos son fácilmente adaptables.

Con respecto al trabajo de los ODS, no se dedica la misma intensidad a todos ellos, y hay diferencias entre sectores de producción. Los ODS más destacados en el mundo empresarial son el trabajo decente y el crecimiento económico (ODS 8), la acción por el clima (ODS 13) y la industria, innovación e infraestructura (ODS 9), los tres fuertemente vinculados con la producción, el ámbito en el que se puede ofrecer una mayor especialización y capacidad de aplicar mejoras con impacto.

En cambio, los ODS vinculados a la educación, el fin de la pobreza o el hambre cero tienen un papel menos destacado dentro del trabajo de las empresas. Así pues, ¿cómo puede el sector empresarial trabajar sobre ODS que quedan más alejados de su trabajo habitual?

El tercer sector y la integración de los ODS a su actividad.

Las entidades del tercer sector deben tener un papel importante e implicarse en la aportación a los ODS, especialmente en los relacionados con la lucha contra la desigualdad, pobreza o fomento de la educación.

También es necesario que las entidades vayan más allá de su actividad y trabajen con una visión más amplia y perspectiva inclusiva cuando hablan de los ODS, ofreciendo una mayor implicación transversal a la actividad. La Fundación Vicente Ferrer propone con la "Guía de los ODS para las organizaciones del tercer sector", un conjunto de acciones a desarrollar. Las entidades deben reflexionar y orientar el sentido de su trabajo hacia esos objetivos y promover un nuevo enfoque más dinámico para buscar nuevas oportunidades y espacios.

Este proceso de integración e implementación de los ODS, como en el caso de las empresas, tiene ritmos diferentes dentro de las entidades y depende en gran medida de los recursos y conocimientos previos. Mientras existen entidades vinculadas a la cooperación al desarrollo que están más familiarizadas con los ODM y ODS, las entidades de acción social van acercándose más lentamente a esta integración.

La integración de los ODS de una forma consciente y ampliada a la actividad debe poder vivir como una oportunidad para mejorar la contribución e impacto de las tareas que llevan a cabo las entidades. En este ejercicio, el trabajo en alianza puede ser una oportunidad para potenciar el trabajo y el impacto.

Empresas y tercer sector: los ODS para encontrarse y trabajar en alianza.

Desde la iniciativa Zona ODS 17 se está trabajando activamente para potenciar alianzas entre empresas, tercer sector y sector público mediante la realización de proyectos conjuntos y compartidos aprovechando las pericias y recursos de las diferentes partes. Desde este proyecto, se apuesta por buscar sinergias de calidad y que estén enfocadas a un trabajo estratégico e integral, elemento clave para hacer alianzas y trabajo en red efectivo.

Para potenciar estas alianzas se presentan algunas recomendaciones y reflexiones sobre las colaboraciones.

- La dimensión no importa. El fomento de alianzas no sólo implica a grandes empresas y entidades del sector. El trabajo sobre los ODS y las posibilidades de realizar acciones conjuntas implican al conjunto del tejido y desde la actividad que desarrolla cada uno de ellos se puede trabajar sobre los objetivos.

- Reflexión amplia sobre el papel de los ODS en la actividad de la entidad. Hacer un análisis estratégico sobre cómo se aplican los Objetivos en el núcleo de la actividad de forma amplia y que genere impacto es el primer paso a trabajar. Este análisis permitirá generar un discurso coherente y capacidad comunicativa. El contenido debe ir vinculado con una estrategia de contacto con empresas con las que se puedan establecer colaboraciones. La búsqueda de información sobre su RSC o si trabajan con los ODS puede ser una manera de establecer una primera relación de posibles colaboradores a contactar. Es necesario que por este contacto se trabaje de forma extensa, buscando respuestas imaginativas y amplias al trabajo que se realiza, pensando en posibles formas nuevas de colaboración.

- Los ODS dentro de la empresa, más allá del trabajo habitual. El trabajo en red y la colaboración con entidades del tercer sector puede ser una buena oportunidad para potenciar su incidencia e impacto sobre otros ODS en que inicialmente no tendrían expertise. Estas colaboraciones alimentan y potencian una Responsabilidad Social Corporativa de calidad y con valor añadido para la empresa y la sociedad. Además, esta colaboración puede incidir en el clima laboral y la motivación de las personas trabajadoras.

Otro aspecto importante es el trabajo con entidades cercanas al territorio para fomentar un trabajo en red comunitario e implicado. Las fórmulas de colaboración desde el RSC pueden ser diversas, desde actuaciones individuales en proyectos más integrales y estratégicos. El impacto de una RSC sólida y coherente puede tener un impacto positivo en el negocio de la empresa tales como un mayor prestigio y reputación de la marca.

- El trabajo en alianza, una oportunidad para innovar: Las entidades sociales y las empresas tienen la oportunidad de generar colaboraciones y trabajos que vayan más allá de las fórmulas tradicionales de trabajo, aprovechando potencialidades y pericias de las diversas partes para promover acciones de beneficio mutuo. De este trabajo colaborativo pueden surgir nuevas acciones a desarrollar y mejoras en relación a lo que ya se realiza. La creatividad y la imaginación son clave en este proceso.

- Planificación, construcción de la colaboración y evaluación. El objetivo de la construcción de estas alianzas debería ser la de poder trabajar a medio y largo plazo, evitando en la medida de lo posible actividades únicas y de poco valor añadido que no tengan capacidad transformadora. La gestión de expectativas, la construcción de una relación basada en el conocimiento y en una relación de iguales son elementos fundamentales. Como también lo es la planificación de esta relación con acciones diversas de colaboración que fortalezcan la colaboración. El papel de la evaluación de los resultados obtenidos debe estar presente en todo el proceso para poder valorar el impacto y la contribución de la actividad a los ODS y en el beneficio interno de las entidades y empresas.

Para concluir, los Objetivos de Desarrollo Sostenible animan a empresas y tercer sector a colaborar de una forma activa para la consecución de las metas establecidas. Esta promoción debe poder ser una oportunidad para repensar cómo se colabora entre las dos partes y proponer acciones de carácter más innovador y transformador que tengan impacto para la sociedad.