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Una verdadera responsabilidad social

Una verdadera responsabilidad social

José Carlos Hermida Congosto
Director de Consultoría y Estudios
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26.05.17

La responsabilidad social, ya sea denominada corporativa, empresarial o mediante cualquier otra acepción, ha acontecido en la última década la bandera de toda aquella empresa, organismo, asociación u organización, que desarrolla o quiere desarrollar un modelo “responsable” de actividad, que podríamos definir como respetuoso. Este modelo de respeto está, o tendría que ser, a todos los ámbitos de la actividad. Así, según el marco conceptual que se quiera utilizar y el tipo de actividad, se puede hablar de un alcance “a toda la cadena de valor”, “con el conjunto de los grupos de interés”, “integrado al modelo de negocio”, “económico, social y medioambiental”, “aguas arriba y abajo del proceso productivo”, etc.

En cualquiera de las acepciones o marcos conceptuales, esta responsabilidad tiene que suponer un respeto por los territorios donde se produce la actividad responsable, y esto quiere decir respeto por la legalidad vigente, las instituciones, la cultura, el medio ambiente, y especialmente respeto por las personas que viven en este territorio (trabajen o no para la misma entidad).

Si la responsabilidad es un ejercicio respetuoso, uno de los puntos clave tendría que ser el de construir conjuntamente una sociedad más justa, igualitaria y accesible para todo el mundo, poniendo a disposición de esta las capacidades, experiencia y recursos que las entidades responsables tienen a su alcance. Es por eso, que no tendría sentido este ejercicio como una aportación con un inicio y un final, puntual en el tiempo y con gran impacto estático, sino que suponga un impacto transformador del entorno.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, adoptados el 25 de septiembre del 2015 por los líderes mundiales con el objetivo de erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para el ser humano, y ahora con mucho eco, suponen un reto que tan sólo será alcanzable si se actúa a nivel local. Por otro lado, es fundamental que la responsabilidad vaya más allá de la rendición de cuentas, la transparencia, o la revisión de modelos de comunicación para encajar este concepto que ya es condición sine qua non para un correcto posicionamiento.

Es por eso que a la hora de definir estrategias de responsabilidad social, acciones a la comunidad y en el territorio, relación con grupos de interés, etc., es deseable por un lado, que la entidad sea respetuosa a los diferentes ámbitos del ejercicio de su actividad y, por otra, que las acciones que realice en el marco de esta responsabilidad supongan una aportación de largo recorrido, transformadora y creativa (de mejores realidades) y donde la opinión de los beneficiarios cuente.

En este sentido, la "co-creación" es un concepto cada vez más en uso, que tendría que suponer que a la hora de definir modelos de responsabilidad y acciones derivadas de estos, se tenga en cuenta para su definición el contexto y las necesidades reales del objeto de las mismas. Los procesos participativos y de inclusión de grupos de interés en la definición y evaluación de políticas, actuaciones o estrategias, son prácticas muy recomendables, así como la suma de esfuerzos entre entidades públicas, privadas, asociaciones, etc. que puedan aportar sobre el tema en cuestión, o ya estén trabajando de forma previa. Esta "co-creación" permite que estos modelos, actuaciones y políticas supongan realmente un apoderamiento de las comunidades y una mejora del sistema, allá donde es verdaderamente necesario y donde los resultados suponen un paso adelante. Es aquí donde la "co-creación" realmente tiene sentido, y donde la responsabilidad social se muestra como un acto de respeto con la gente y por el entorno en su conjunto. Podríamos adoptar el concepto de Responsabilidad Social Co-creativa, pero quizás ya existe y en cualquier caso, sería otra palabra a sumar donde ya hay muchas para decir el mismo, y aquello realmente importante es hacerlo realidad.

La Fundación Pere Tarrés hace 60 años que trabaja para la mejora social de los sectores más vulnerables de la sociedad. Desde Consultoría y Estudios hacemos uso de este conocimiento de la realidad social y de un equipo experto en asesoramiento, planificación estratégica y operativa, evaluación y gestión de servicios, para acompañar y apoyar a entidades sociales, empresas y organismos públicos en el desarrollo de su actividad, aterrizando sus políticas y estrategias a la realidad que conocemos en el desarrollo de nuestra actividad.

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