FAMILIAS

BLOG DE LA FUNDACIÓN PERE TARRÉS

Momentos para jugar en familia

Momentos para jugar en familia

Bet Bartrina Comalat
Docente de cursos de tiempo libre educativo
Ver todos los artículos | Ficha de experta

27.05.19

Jugar es aquella acción que podemos hacer tanto niños y jóvenes como adultos. Jugar es una actividad libre, dirigida o espontánea, que podemos hacer solos o acompañados, que sirve para educar y aprender o que podemos realizar por el solo hecho de distraernos. Cuando jugamos, el objetivo siempre es pasarlo bien.

La duración de un juego dependerá de sus normas o de las ganas de alargarlo por parte de los participantes, por ello un mismo juego puede ser muy largo o más corto dependiendo del momento en que juguemos.

Si queremos hacer una buena elección del juego habrá que tener presente en qué momento del día nos encontramos y cuál es el entorno natural que nos rodea.

A continuación os propongo una serie de momentos o días puntuales en que podemos aprovechar el tiempo para jugar:

Después de las comidas

Cuando acabamos de desayunar, almorzar o cenar, a veces nos sentimos cansados y no nos apetece hacer nada que sea movido; es entonces cuando podemos hacer un juego de mesa... De juegos de mesa hay de muchos tipos, para diferentes edades y de duración también variada.

En momentos como éste, que nos apetece una actividad tranquila, podemos elegir un juego que requiera más preparación, disfrutando así de este rato y haciendo partícipes a los niños, ya que la recompensa será el juego que estamos preparando.

Algunos juegos podrían ser: Carcassone, Matamoscas, Ritmo y Bola, Virus ...

Antes de ir a dormir

Es bueno mantener una rutina para trabajar el hábito de descansar. Tanto los adultos como los niños y adolescentes necesitamos dormir un mínimo de horas para poder ir descansados ​​al trabajo o al estudio. Y para trabajar el hábito de descansar es bueno crear una rutina. Antes de ir a dormir podemos proponer inventarnos un cuento con las palabras que vayamos apuntando en una hoja de papel, también podemos hacer algún juego de memoria o habilidad lingüística y mental, pero lo que sería importante intentar evitar son juegos movidos o que promuevan la excitación y el nerviosismo. Podemos pensar en juegos relajados y de vuelta a la calma como introducción del momento que se acerca.

Algunos juegos podrían ser: Story Cubes, Serpentina, Sisset, Batam...

Momentos en que hay que esperar

Saber esperar es un hábito que debemos aprender. A muchos de nosotros nos cuesta hacer cola para todo y algunas colas las podemos evitar pero hay otras que no tenemos más remedio que hacer y hay esperar pacientemente el turno. Algunos de estos momento bien conocidos por todos nosotros son: ir al médico, esperar el turno en el mercado o en las tiendas, cuando vas a cambiarte el "look" en la peluquería...

En ratos como éstos lo que nos puede pasar es que no tengamos materiales o que sólo llevamos una libreta y un lápiz o un bolígrafo. Dependiendo del número de personas que seamos en ese momento haremos un juego u otro. Algunos ejemplos podrían ser: Ninja, Piedra-papel-tijera, Chinos, Par-impar, Tres en raya, Palabras encadenadas, El juego de los disparates...

Fin de semana o vacaciones

Estos son los momentos en que mejor podemos aprovechar el entorno donde nos encontramos. Si estamos en la montaña podemos disfrutar de juegos de escondite, hacer descubrimientos del entorno natural, trabajar los sentidos con la flora y la fauna del lugar... Si nos encontramos en un entorno de costa o en la playa podemos aprovecharlo para hacer juegos en la arena: desde construcciones hasta persecución con las ondas o juegos matemáticos con piedrecitas...

Fechas especiales como los cumpleaños, la Fiesta Mayor o Navidad

Cuando un niño, joven o adulto se hace grande y celebra su cumpleaños necesita un momento de ese día para tener un espacio para soplar las velas y comerse un trozo de tarta.

Una propuesta es aprovechar el evento para regalar un juego entre todos y todas y llevarlo a la práctica. El rato que compartiremos, el descubrimiento de un juego nuevo, las risas y los comentarios del momento darán valor a este día tan especial y señalado y serán la guinda del pastel que hemos preparado y que nos acabaremos comiendo juntos.

La Navidad y la Fiesta Mayor son momentos de encontrarse con los amigos y con la familia. Acabamos de comer, estamos hartos y tenemos la opción de hacer un paseo para bajar la comida o bien quedarnos sentando a la mesa compartiendo una agradable conversación porque nos da pereza levantarnos. Hacer un juego de mesa o de tablero puede resultar divertido y entretenido. Durante este rato de juego fortaleceremos los vínculos afectivos entre las personas que participamos de los juegos que vayamos proponiendo.

Podríamos jugar a juegos como: Ubongo, Aventureros al tren, Tierra/Fauna, Times Up, Jungle Speed, Kikou le Cou Cou, entre otros.

Cuando estamos enfermos

Cuando nuestro cuerpo nos pide que paremos y que necesita descansar la alarma que salta es "ESTOY ENFERMO". Cuando esto ocurre tenemos muy pocas ganas de hacer nada pero a los niños y jóvenes no les pasa exactamente lo mismo. Es cierto que necesitan descansar pero, a menudo, su recuperación es rápida. Aún así debemos esperar a que su cuerpo haga "limpio" para poder volver a la rutina.

En ratos como éstos es bueno de jugar a lo que les apetezca y nosotros, como educadores, podemos gestionar el uso de los diferentes tipos de juego para que éstos sean adecuados a la edad de los niños. Estar a su lado y jugar con ellos nos ayudará a hacer mejor esta tarea y fortalecer el vínculo con el niño o joven.

Cuando vamos en coche o en transporte público

Hay niños a los que les encanta viajar y el solo hecho de coger un medio de transporte ya les parece una aventura pero hay otros que sólo subirse al coche preguntan: "¿Queda mucho para llegar?"

Para que estas ratos no sean tan largos y pesados podemos proponer jugar con lo que nos muestra nuestro entorno. Si vamos en coche podemos jugar a buscar palabras de cosas que observamos que empiecen por diferentes letras, que tengan un color determinado..., también podemos sumar, restar, multiplicar o dividir matrículas, adivinar de donde provienen los vehículos que nos acompañan e identificar su marca...

En el transporte público podemos jugar a memorizar paradas de metro, tranvía o bus, leer anuncios y entender su mensaje... A estos juegos siempre podemos añadir otros que ya hemos nombrado en el apartado de juegos para hacer mientras nos toca esperar.

Estas han sido sólo algunas propuestas. Seguro que conocéis y podéis encontrar más. Basta con pensar en el momento del día, el entorno y las personas y seguro que encontraréis el mejor juego para hacer.