EDUCACIÓN SOCIAL Y TRABAJO SOCIAL

BLOG DE LA FACULTAD PERE TARRÉS

El trabajo con la comunidad: educación, prevención y promoción

El trabajo con la comunidad: educación, prevención y promoción

Txus Morata
Profesora del Grado de Educación Social y de másteres universitarios. Investigadora Principal del Grupo de Investigación GIAS. Directora de la Cátedra de Tiempo Libre Educativo y de Acción Sociocultural.
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16.01.18

Frente a una sociedad compleja, donde sólo la administración no puede responder a los problemas sociales generados por la actual individualización social y las políticas neoliberales; frente a una sociedad en la que los derechos y privilegios alcanzados por el Estado del bienestar por los estratos sociales, que en las últimas décadas no quieren perderse y donde las bolsas marginales son cada vez más visibles en el entorno social pero también más invisibles en las políticas sociales, se generan pérdidas de derechos, inseguridades vitales y situaciones de desigualdad que hacen necesario recuperar el trabajo con la comunidad. Un trabajo con la comunidad que requiere educación, prevención y promoción para todos los ciudadanos.

Una educación que mira a la ciudad, al territorio para educar y, al mismo tiempo, la ciudad es considerada espacio de educación (la ciudad educa). Como dice un proverbio africano para educar a un niño, toda la tribu es necesaria. Una ciudad educativa que reconoce la ciudad como un entorno educativo (Tonucci, 2004). Una educación que destaca la dimensión educativa de los diferentes servicios, potenciando la coordinación entre las acciones que se están llevando a cabo en el territorio y en las entidades de la ciudad.

Un trabajo con la comunidad que previene contra los procesos de riesgo social y exclusión. Prevención que actúa en la vida cotidiana de las personas, en las comunidades locales y en los barrios para fortalecer las redes de apoyo social, solidaridad y protección, donde el encuentro y la relación informal nos permiten reconocer y desarrollar capacidades, especialmente de las personas más vulnerables de nuestra sociedad; prevención que también requiere acciones y programas sistematizados y planificados, dirigidos a toda la población, trabajando desde la perspectiva de procesos y proyectos, más o menos estables y no sólo con acciones o programas de carácter específico o informativo; también prevención orientada al trabajo y cambio de contextos y poblaciones y no sólo a los individuos, con metodologías innovadoras y proximidad, haciendo accesibles las instalaciones de la ciudad y dejando los servicios especializados como último recurso de intervención. Por último, prevención donde los movilizadores comunitarios recuperan la calle y trabajan en conexión con las instalaciones y servicios de los barrios y de la ciudad.

Y un trabajo comunitario para la promoción de la ciudadanía, desarrollando la autonomía y el empoderamiento de las personas y las organizaciones sociales y promoviendo cambios en las estructuras institucionales.

Empoderamiento y autonomía dirigidas a generar coaliciones ciudadanas, capaces de liderar procesos de transformación social y también desarrollar habilidades participativas de los ciudadanos en y para la vida comunitaria.

Cambios en las estructuras institucionales que requieren acciones tales como: a) organización y movilización colectiva en la lucha y defensa de los derechos; b) la construcción de modelos de participación democrática, donde los ciudadanos participen activamente en la avalancha de decisiones y no sólo en la consulta; c) centrándose en la coproducción (construcción) de la comunidad y el espacio público y d) el reconocimiento de la diversidad cultural, el género, los estilos de vida, la integración de la diversidad de intereses, conocimientos y sensibilidades.

Hacer posible un trabajo con la comunidad desde las perspectivas planteadas sugiere algunos desafíos que deben abordarse en el marco de la educación social y el trabajo social:

1.- Abandonar el posicionamiento residual de los servicios de atención a las personas con problemas/necesidades de construir un posicionamiento universal, prevención, promoción y apoyo a las comunidades cercanas, atravesado por la diversidad de género, cultural, generacional y funcional.

2.- Trabajar con la comunidad desde la atención integrada e integral que requiere: a) coordinación y relaciones intersectoriales entre los ámbitos de la acción social y otros, dentro del sistema de bienestar (salud, educación, trabajo, vivienda y garantías de ingresos de subsistencia) con el fin de reducir el paso de las personas a través de las diversas ventanas de atención, minimizar las bisagras entre los diferentes departamentos y profesionales y que diferentes disciplinas y profesionales puedan actuar y ser considerados y ser considerados en igualdad de condiciones y b) la creación de redes como construcción de conocimientos conjuntos y espacios para compartir acuerdos, conceptos y semántica. Este tipo de networking implica renunciar a la prominencia de un profesional sobre los demás, buscando elementos transversales que puedan ayudar a optimizar el conocimiento particular de cada uno de los participantes, con liderazgos compartidos.

3.-La acción comunitaria como práctica de inclusión para fortalecer el capital social, la cohesión y la participación ciudadana. Ante el riesgo de que las organizaciones sociales a menudo centren sus esfuerzos en la gestión de servicios y programas estandarizados de financiación pública (sin sacrificar la profesionalización y la calidad de la intervención) también es necesario: a) arraigarse más en la comunidad y el territorio, b) promover la participación social y la movilización, c) practicar una democracia de contacto entre las personas que comparten el mismo territorio , así como entre ellos y sus representantes políticos (Painter, 2013) y d) promueven un modelo de atención comunitaria centrado en la persona, mediante la aplicación de modelos de desinstitucionalización. 

4.- Impulsar la innovació social des de tots els agents. Fer-ho possible requereix de: a) construir noves sinergies entre el sector públic, el tercer sector, els moviments socials, l'economia alternativa i solidària; b) comptar amb agents mediadors entre diferents tipus de coneixements (tecnològic, instrumental, científic, expert, innovació, etc.) i entre  especialitzacions vinculades a col·lectius poblacionals i disciplines acadèmiques i c) d’Innovació en la reconfiguració de la comunitat i dels recursos existents.

5.- Qualitat del treball amb la comunitat, mitjançant la pràctica basada en l'evidència i la participació en les xarxes de gestió del coneixement. Aquest repte requerirà de professionals i de xarxes que facin reflexió sobre la pràctica i la intervenció i que les seves actuacions tinguin incidència en les polítiques públiques.

6.- Enfortir l'apoderament de les persones i de les comunitats enfront de pràctiques assistencialistes, mitjançant l’acompanyament social com a model d’intervenció. Acompanyament que promou la participació activa i el protagonisme de la ciutadania en els seus processos de reinserció social i de promoció.

Un ventall de reptes i oportunitats que des de les administracions públiques, des de les entitats del tercer sector i des de la ciutadania ens caldrà entomar. Reptes que ens estimulen i ens esperonen a construir comunitats fortes i de suport per a la persones, amb una mirada fixada en la justícia social i treballant per a la construcció de polítiques, programes i projectes comunitaris d’alta intensitat educativa.

Bibliografia

PAINTER, A. (2013): Democratic stress, the populist signal and extremist threat: a call for a new mainstream statecraft and contact democracy. London: Policy Network.

Tonucci, F. (2004). Quan els infants diuen PROU. Barcelona: Ed. Graó.

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